Nadal convierte el Ministerio de Energía en una organización de consumidores



El ministro de Energía, Álvaro Nadal, se ha convertido en el mejor portavoz de los consumidores de la luz. Ha salido en su defensa como gato panza arriba. Su objetivo es claro y meridiano. No va a subir el recibo de la luz, al menos en lo que a sus competencias se refiere. Otra cosa es la climatología.

Ha defendido a capa y espada el no cierre de las centrales de carbón y de las nucleares para que no suba el precio de la electricidad y tratar de hacerlo más competitivo., aunque haya tenido que saltarse un poco las reglas del mercado liberalizado de la generación.
Ahora quiere asestar un nuevo recorte a todo el sector eléctrico, tanto a la generación de renovables, que suponen unos 7.000 millones de euros anuales, como a las redes, otros 7.000 millones de costes. Para ello, iba a colar unas enmiendas en una ley sobre medidas para hacer frente a la sequía, pero finalmente lo tendrá que hacer a través de una proposición de ley que necesitará el apoyo de la mayoría del Congreso.
Este lunes se veía las caras con el sector energético. Nadal evitó en todo momento quedarse unos minutos con la cúpula del sector que estaba presente en Barcelona en el Simposio de Funseam. Llegó tarde y con el acto empezado y cuando acabó su discurso se fue fugazmente sin dar más explicaciones ni a prensa ni por supuesto al sector.
Lanzó un mensaje que pocas veces se ha escuchado (yo diría que ninguna) por parte de un ministro de Energía. “Dejen ya de recurrir todo”, le espetó a las empresas, a las que culpabilizó de no tener seguridad jurídica. Para que se entienda mejor. El ministro de Energía ‘invitó’ a las empresas para que no ejerzan su derecho de defensa en los tribunales. Algo inaudito. Básico en el Estado de Derecho, que tanto defienden en otros ámbitos de la política.
¿Cómo un ministro puede lanzar un mensaje así? Nadal lo tiene claro. Son las empresas los que están haciendo encarecer el precio de la electricidad con tanto recurso. No hubo una palabra de autocrítica. A lo mejor habría que preguntarse por qué las compañías recurren todo. A lo mejor es que la regulación no es tan buena como se pinta, o no cumple otras normas. El caso es que Nadal ha conseguido en poco más de un año que nadie en el sector eléctrico esté contento con él. Ni renovables, ni eléctricas, ni CNMC. Y si nos ponemos, ni las organizaciones de consumidores.
Pero claro, el ministro de Energía jugó ayer sus bazas políticas. Rajoy le confirió el objetivo de hacer bajar el precio de la electricidad, o al menos, tratar de que no suba más. En juego, la economía y competitividad del país. El precio de la electricidad es fundamental para el devenir de la industria y por tanto de la economía. Es por ello que últimamente las intervenciones del ministro Nadal tienen un sesgo económico importante.
Nadal le dijo a las empresas claramente que se ponía del lado de los consumidores y que se alzaba como su defensor. Parecía, mas que un Ministerio, una organización de consumidores. Desde el punto de vista de estrategia política no se le puede reprochar nada al ministro, pero ya se sabe, que el Ministerio tiene que velar por los intereses de todos, y ahí también entran las empresas, sus empleados, y por qué no decirlo, todos los impuestos que dejan las mismas en las arcas del Estado, que por cierto son milmillonarios. También habría que tener en cuenta a los inversores del sector eléctrico y a los pequeños accionistas que tienen sus ahorros en estas empresas.
Nadal ha jugado sus cartas, las ha puesto encima de la mesa. Ha dicho algo así como aquí están mis principios, y si los quieres bien y si no, también. Diría que con cierta arrogancia. Cero diálogo (al menos ayer en Funseam) ni propuestas para alcanzar acuerdos. Nadal lo tiene claro. El que quiera, que me siga.
Ahora le ha pasado la pelota al resto de partidos políticos. Tanto PSOE como Unidos Podemos y Ciudadanos tienen que mover ficha. Y claro, el mensaje de Nadal les deja contra la espada y la pared. O estás conmigo y los consumidores o estás con las eléctricas, que son las malas de la película, las perversas empresas que ganan mucho dinero. No sería de extrañar que recibiera apoyos en la proposición de ley. Al menos es para pensárselo. Así lo corroboran en otro artículo que ha escrito Laura Ojea.
Nadal sabe que necesita del apoyo del resto de fuerzas políticas, por eso se ha posicionado de esta manera. Le ha arrebatado a Facua y la OCU la bandera en defensa de los consumidores. O eso, al menos es lo que parece. Tiene todo el derecho del mundo a hacerlo, pero no es la mejor señal para el mercado que el ministro de Energía tenga como enemigos a todo el sector.
Ahora, más que nunca es cuando debería haber más diálogo, más consenso entre empresas y administraciones, y no justo al revés. Espero que las aguas bajen más tranquilas en los próximos meses. España se juega mucho en materia energética.
Un análisis de Ramón Roca, director de El Periódico de la Energía.

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